¡Hola a todos! Soy consciente del parón del blog... La culpa la tiene la universidad y los tres últimos meses de carrera. ¡Espero suplir ese tiempo muy pronto! Por el momento os dejo este relato que presento a escasos minutos de que finalice el plazo para el Círculo de Lectores. ¡Espero que os guste!
El gris más oscuro
– “…Y tanta fue la pena que asfixiaba su pecho, que
se dejó llevar. Se dejó caer en el olvido cuando ya no pudo mirar más la
inmensidad de sus ojos verdes. Su mirada se tornó gris, su piel, humo, y su
cabello negro como el ébano en un mascarón de algún desvencijado navío.
Sus ojos ya no derramaron más lágrimas, pues éstas
se tornaron negras, como tinta en cada carta que ella soñó, cada palabra que
pensó, cada caricia narrada que ya, nunca volvería a devorar con avidez.
Cerró su corazón, se arrancó la sonrisa y la guardó
en lo más profundo del océano.
Y ahora vaga entonando su lánguido, melancólico
lamento, esperando una luz, esperando a aquel que la saque de su oscuro
tormento.
¿Serás tú quien encuentre su sonrisa? ¿La codiciada
perla negra…?" – concluyó.
– ¿Y ya está? –dijo la niña a su interlocutor. Era un hombre de
piel curtida, sombrero pardo tintado de negro, camisa parda, pantalones y botas
de cuero, y un curioso cinturón con dos bandas cruzadas, repleto de objetos
extraños de cada costa que había visitado. Los ojos verdes enormes de ella se
clavaban en los suyos, por los que habría apostado a que su color era gris, en
cambio miraba a dos enormes pozos negros.
– Sí… –la muchacha hizo un mohín
y él, como si de pronto saliese de un trance, de un estado absoluto en el
limbo, parpadeó con fuerza y se la quedó mirando, se le desparramaba el pelo
oscuro en rizos por el vestido andrajoso. Sonrió de lado y sacó de uno de los
muchos bolsillos de su casaca una talla en nefrita de jade con forma de dragón mordiéndose
la cola– Ven otro día, te contaré todas las historias que quieras.
Estaba intentando cambiar de
tema y era evidente; la niña abrió la boca y él le revolvió el pelo, negando
con el rostro viendo venir la insistencia de la niña. – Shh.. Escucha. Eso que
tienes ahí es un amuleto del mismísimo fondo de la mar. Si dejas que el agua te
moje los pies y consigues no escuchar más que su llanto… Entonces, mira a
través del dragón. Dicen que solo el verdadero aventurero puede verla. –le
guiñó un ojo a la niña, cuya mirada brillaba en su asombro.
Dio un trago a la botella y
salió de la taberna rumbo al puerto, con los ojos grises más negros que nadie
ha visto jamás, él sufre su ira, sufre su pena y deambula sin otro rumbo que
los vientos; vaga por ella que enamorada y siendo asolada por la mayor de las
desdichas, inundó ciudades con su pena, cubrió islas y vaga buscando la
desdicha de los navíos sabiendo que jamás encontrará en ellos a aquel que le
juró eterna compañía, a pesar de su condición y raza.
Guarda con celo en su botella el
hogar que habría compartido con su amado, a quien cree muerto; y él, de costa
en costa, busca deshacer la negrura de su corazón y su sonrisa, para romper la
pena que la hizo tornar en el lado más oscuro de la mar.
Muy interesante la ambientación que elijes, especialmente porque mezclas dos mundos tan distintos como el de la niñez y el de la rudeza del pirata curtido en mil desgracias. Lo mejor, la leyenda que narras al principio, contada con un tono y un tempo muy acertados. Suerte con el concurso, Moria.
ResponderEliminarJo, mil gracias, me sacas los colores. ¡Leyendo otras aportaciones me hallo! Me gustan muchas. Efectivamente, el fragmento que más me gusta es el ... medio poema extraño del principio. Sea el resultado que sea, me ha encantado escribirlo..
Eliminar¡Muchas gracias por pasarte y comentar! Espero te guste el sitio. Un beso :)
Un relato original e imaginativo, con esa mirada inocente que no ve maldad en contraste con el cansancio del aventurero. Muy bueno.
ResponderEliminarAbrazo!!!
¡¡Muchas gracias!! Me alegra que te guste, muchas gracias por pasarte y comentar. ¡¡Suerte con el concurso!! Un beso :)
EliminarUn cuento precioso.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Un besillo.
Me he dejado caer hace un ratito por tu blog. ¡Muchas gracias por tus palabras y por pasarte! Besos :)
EliminarInocencia y hastio. Buena mezcla para un cuento.
ResponderEliminarUn abricio, Moria. Y suerte en el concurso.
¡Un abrazo también para ti! Muchas gracias por pasarte y comentar, Sue. Un beso :)
EliminarMuy intenso. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, parece que no pero las palabras animan mucho a seguir con cositas así. ¡Un beso! Gracias por pasarte y comentar :)
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