martes, 13 de diciembre de 2016

"La última judía" 2015, de Diana Talarewitz

¡Buenas a todos, moradores de la Buhardilla! Se acerca el final del año y mi propósito estos días va a ser intentar terminar el reto de lectura que me puse en Goodreads y mientras tanto, subir las reseñas que hay pendientes de terminar este año, así que vamos con una de ellas~ 

La última judíaTítulo original: La última judía
Autor/a: Diana Talarewitz
Edición: rústica con solapas, 2015 con Editorial Amarante. Reimpresión en 2016.
Páginas: 276.
Precio: 20€
ISBN: 978-84-944179-9-3
Sinopsis: La última judía es el recorrido por la azarosa vida de la protagonista y su familia desde Bulgaria, pasando por Estambul e Italia y terminando en España. La protagonista narra, en primera persona, la peripecia de su familia judía, a la que las circunstancias históricas fueron obligando a peregrinar en busca de su tierra prometida. En su relato cuenta las tradiciones y las costumbres sefarditas en el seno de una familia tolerante que no vio inconveniente en que la hija se formara en un colegio de monjas francesas.
La protagonista vive un amor al que se ve obligada a poner punto y final en Italia y ante la inminente explosión de la Segunda Guerra Mundial parte con su familia a España. En Barcelona encontrará un país devastado por la Guerra Civil recién terminada.

Ya comenté en una entrada anterior algún dato sobre la novela, así que trataré de ser concisa y seguir mis notas. Comenzaré por decir que las impresiones de los primeros capítulos fueron muy muy buenas, cumpliéndose además aquí y a lo largo del libro casi todo lo que Diana había comentado en la entrevista sobre su libro, sobre cómo se sentía acerca de ciertos aspectos y sobre lo que había tratado de exponer.
Antes de nada, vuelvo a agradecer a Bibiana Ripol Comunicación que me hayan facilitado la lectura de este libro, me ha gustado muchísimo así que ¡muchas gracias! 

El trabajo, la documentación son unos factores que se perciben desde el principio, así como un sentimiento de respeto, adoración y por qué no, añoranza, hacia la religión judía y sus costumbres. Esta última idea es la que compone y articula todo el libro, pues es en realidad la finalidad: exponer el legado que la protagonista, Liliane, deja a su familia, concretamente a su hija. Si no he entendido mal, Diana ha escrito el libro como tribujo a su madre así que sus papeles se intercambiarían, ¿no? 

Con todo esto que os cuento me parece que va quedando muy claro que el sentimiento de emoción y devoción del libro es muy fuerte y en mi caso ha conseguido transmitirmelo todo, de hecho al principio lo pasé mal debido a haber empatizado bastante con algunas escenas. 

Tengo también apuntado que el libro en general me recuerda a la frase del comienzo de la película Rebeca, con esa voz clara y limpia declamando "Anoche soñé que volvíamos a Manderly...". Y bien, es que diría que el estilo del libro está cargado de la contundencia de la experiencia, de etapas buenas y malas a lo largo de toda una vida que se terminan condensando en esta novela, y todo ello se nota en la voz narrativa. Normalmente este tipo de lectura me aburre, pero me ha hecho acercarme a Liliane y a su familia de tal manera que he terminado reflexionando acerca de mi, de mis decisiones y de mi famiila, y creo que esto es algo muy bueno que a muchos lectores puede venir bien. 

Diana Talarewitz
Además, lo que quiero decir con todo esto es que su estilo y voz narrativa llenan las páginas: podemos leer párrafos y párrafos sin que apenas nos digan mucho pero en este caso descubrimos que por pocas lineas que hayan pasado, hay mucha información en ellas, y sobre todo hay recuerdos y sentimientos. Visto de este modo podría parecernos que bueno, es un libro sobre alguien y ya está, pero a menudo el relato de otros nos anima a encontrar aquello que nos sobra o que nos falta, y a tomar como ejemplo del libro aquello que necesitemos para tratar de construir experiencias mejores para nosotros mismos. 

Me ha gustado muchísimo el trabajo e incapié sobre la cultura judía, el valor que se le da a las tradiciones y a una cultura que se ha visto sumamente menguada y que se caracteriza por su unidad. Allí donde pensé que encontraría un relato sobre la penuria de una familia -como en Anna Frank o en El niño con el pijama de rallas-, me he topado con una visión del judaísmo que no conocía, y con unos valores que muchos deberíamos profesar. 

La estructura externa se divide en capítulos sencillos, y la interna en un viaje a través de la vida de Liliane, sus preocupaciones, viajes y transcurso del tiempo que además nos sirve como una ventana a la historia. En cuanto a los personajes, apenas me atrevo a decir nada porque supongo que estarán basados en personas reales, y resulta ideal para este tipo de narración...
Como punto en contra diré que hay momentos en los que la narradora se desvía y se despide de su hija -destinataria de su legado que son sus memorias en forma de libro- hasta el día siguiente y estos cortes se me hicieron un tanto extraños, pero no supuso un gran inconveniente ni nada por el estilo. 
El poder para conmover es tremendo, tengo anotado, puede que sea porque se tratan asuntos de la vida que tarde o temprano nos incumben a todos, o simplemente por el talento de Talarewitz, pero las emociones fluyen en todo el relato. Especialmente me ha gustado también el relato que hace sobre la religión en la etapa de la posguerra en España, fase en la que muchos profesan la religión cristiana pero de un modo hipócrita, se habla del radicalismo e hipocresía propio de este período, y también del sentido verdadero tan diferente de este: pensamientos y actitudes como la generosidad o el respeto.

Leemos libros habitualmente con destinos crueles, adversidades, diversiones y calamidades pero tanto personajes como personas reales son un soplo en realidad. Llegamos, vivimos y desaparecemos. Y eso es lo que duele: no la marcha, sino el haber estado y la marca que cada persona deja. Esto está perfectamente plasmado.

En definitiva, no tengo mucho más que añadir, me ha gustado mucho más de lo que esperaba, la novela está cargada de experiencia, de vida. De recuerdos y de tradiciones que comienzan a olvidarse y sobre todo de una forma de valorar la vida que se está perdiendo y esto, no deberíamos permitirlo. Transmite la forma de vivir el momento que tenían nuestros padres, abuelos, etc. Y es una forma que tal vez estemos perdiendo, y ojo, no quiero decir que nuestro método sea malo pero sí tal vez que vivimos todo demasiado rápido. 

Terminaré con una cita del libro que en mi opinión funciona como analogía del propio libro y la autora: Os decía que yo era la última judía. ¿Por qué? Porque ya no se seguirían las tradiciones ni se celebrarían las fiestas pero os dejo un legado: estos recuerdos que tengo dentro, de los que uno se compone, que forman mi propia identidad y la vuestra y la que tú transmitirás. 
¡Y eso ha sido todo! ¿Qué te ha parecido? ¿Te animas a leerlo? ¿Lo has leído? ¡Comparte lo que desees en un comentario! Nos leemos ~

2 comentarios:

  1. Seguramente debe estar bien por tus palabras, pero por ahora lo dejo pasar.
    Un abrazo.

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    Respuestas
    1. La varita escoge al mago, ¿no? Pues con esto igual xD

      ¡Un abrazo!

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