- Eines Abends in Paris - título original.
- Autor/a: Nicolas Barreau.
- 2012, fecha de publicación.
- Editorial Espasa; Booket.
- Páginas: 300.
* Del autor: Facebook y Goodreads
Sinopsis:
Cinema Paradis es uno de los poquísimos cines de barrio que aún resisten en el corazón de París, gracias a la pasión de su dueño, enamorado de la chica del abrigo rojo que siempre se sienta en la fila 17.
En esa pequeña sala se pondrá en marcha el azar para que los sueños se hagan realidad... no sin algún malentendido, pues detrás de las mejores historias de amor siempre hay un gran secreto.
Tienes ante los ojos una reseña sobre un género que no suelo leer, de modo que intentaré ceñime a lo que me ha parecido en sí el libro y a lo que creo que supone dentro del panorama de obras de su género: esas dos ideas son conceptos que van a enlazar entre sí este artículo.
¿Enlazar entre qué, y cómo? ¿Qué cuestión reside en estas palabras que juegan a trenzar esas dos ideas? Hace no mucho un profesor me dijo que a la hora de encarar un trabajo académico, una investigación o incluso un reto laboral, personal... Debemos plantearnos una pregunta, una cuestión a resolver y en ocasiones, disolver, aunque esta respuesta termine siendo nula o vacía, si la hemos aportado habremos llevado nuestra tarea a buen término.
Al comenzar el libro tal vez pueda parecernos que tiene un inicio un tanto cliché, con palabras en ocasiones algo vacías, tal vez esperas algún significado distinto en ellas y tratas de ver más allá algo que pese a todo, no existe. Si siguiese por este camino, destriparía el libro y ninguno queremos eso, no obstante sí diré que ese aparente vacío en las palabras, comienzo clásico no es lo que parece, y he aquí uno de los grandes puntos a favor que he encontrado a la novela, pero vayamos por partes.
Estamos ante un libro con formato de novela de un género que a grandes rasgos podemos catalogar como romántico pero del que irán surgiendo pinceladas de otras temáticas. Como se expone en la sinopsis del libro, el argumento es sencillo: un chico que regenta un cine a la vieja usanza casi en el corazón de París y enamorado de una de sus clientas fijas, la chica del abrigo rojo.
Esa es nuestra base. Eso es todo con lo que llegas y te plantas en un primer capítulo donde las expresiones y situaciones se tornan lo más típoco, y esto hace que parezca como que queremos adivinar qué va a pasar, que todo está claro desde el principio y que, ¿para qué quiero seguir leyendo? Ese es para mi un punto a favor de la novela. Las palabras: es una de las pocas novelas románticas de este tipo -cuestión que abordaremos más tarde- en las que las palabras son, lo que son, son cliché, son sencillas, son expresiones típicas de una novela romántica típica, y precisamente por ello alzcanzan un punto distinto.

En resumidas cuentas: sí, es cliché, es amor romántico como el de las películas antiguas, puede resultar irreal, pero, porque aquí como en todo en esta vida hay un pero, puede permitírselo. ¿Y por qué? Pues sencillamente porque no se excede, llega justo al punto de empalagosidad que quiere y necesita para transmitirnos una historia a la vieja usanza del tipo de Casablanca, de La gata sobre el tejado de zinc o Desayuno con diamantes.

El punto de diferencia, es que no solo es una novela rosa, es una novela romántica y para mí la diferencia reside en que el libro está cargado de un trato y un cariño importante, un alto nivel de gusto por el cine, por el romanticismo -en el sentimental sentido de la palabra- y por una historia de amor que el autor trata de hacer trepidante en sus idas y venidas. Y creo sinceramente que lo consigue.
No es una de esas novelas rosas que contienen una historia bonita, unos personajes clichés huecos y los anhelos de niñez del / la autor/a volcados en su libro pincelado de erotismo; no, esto es algo más, y la gracia del libro es que sabe hasta dónde puede llegar, llega, y se recrea en su capacidad de empacho de la más sutil que puede, tratando de jugar con la magia del cine -y con el color rojo que parece gustar enormemente al autor-.
He ahí una señora reseña: te cuenta qué te vas a encontrar en el libro y, sin embargo, no materializas en la mente esa idea hasta que no empiezas a pasar página. Estilo que siempre invita a leer, pues solo tenemos los detalles más abstractos y superficiales y no lo que A le dice a B ni lo que C le hace a D. ¡Bien cuidada esa forma de narrar las cosas!
ResponderEliminarOhhh, qué bien que te hayas pasado. Siguiendo con la respuesta que diste a mi comentario en tu blog, igual que tú opino que son los comentarios lo que enriquece y anima a seguir con cada proyecto... Y en mi caso la verdad es que lo valoro un montón.
ResponderEliminarAsí que muchas gracias por pasarte por aquí y por valorar el modo que tengo de estructurar las reseñas -aunque tiendo a pasarme con opinión propia, jiji-, trato de cuidar la narración aunque a veces salga... de aquella manera.
¡Un abrazo y bienvenido a mi buhardilla!
La verdad no conocía el libro, aunque no es lo que suelo leer tiene algo que me llama la atención, me lo apunto para futuras lecturas. Ahora tengo lista muy larga ;)
ResponderEliminarA mi me ocurrió igual, lo compré para mi madre, pero lo vi así tan "nosequé", porque no sé qué era, y me dejó muy buena impresión como comento arriba. Espero que te guste cuando lo leas... Igual se me acumulan los títulos >.< ¡Saludos! Muchas gracias por pasarte ~
EliminarEste libro hace tiempo que me había llamado la atención y veo que te ha encantado
ResponderEliminar¡Feliz año 2016!!
Besos
¡Hola! Feliz año para ti también. Si te llamó la atención y no te has puesto, te animo a ello, se lee prontísimo y sobre todo viene bien para hacer una pausa entre otros géneros.
EliminarBesos :)